HACIA LA CONFERENCIA SINDICAL DEL PARTIDO OBRERO
14 DE NOVIEMBRE, Fac. Cs. Sociales -sede Ramos-

El próximo 14 de noviembre en la Facultad de Ciencias Sociales -sede de Ramos Mejía-, tendrá lugar una conferencia sindical convocada por el Partido Obrero, en la que participarán delegados e invitados de todas las provincias y de todas las concentraciones industriales de Argentina. En sus objetivos figura encarar las campañas que reclama la situación actual de la crisis capitalista y de las luchas, pero su objetivo de fondo es desarrollar una discusión sobre la estrategia de los luchadores sindicales.

domingo, 28 de diciembre de 2008

Triunfo del movimiento estudiantil

La Cámara de Apelaciones absolvió a los 10 estudiantes de la Fuba

El 23 de diciembre, la Cámara de Apelaciones Nº 1 dictó la absolución de los diez estudiantes de la Fuba que se encontraban procesados por haber participado activamente en la defensa de la sede oeste del CBC de la UBA en Merlo. Según el propio fallo, no hay delito alguno que justifique continuar con el procesamiento contra los estudiantes.

Indudablemente estamos en presencia de un triunfo rotundo del movimiento estudiantil, de la Fuba y de todos aquellos que defienden la causa de la educación y de la Universidad pública. Los grandes derrotados han sido el rector de la UBA, Hallú, y sus pichones de la Franja Morada, así como también el intendente de Merlo, Otacehé, y el gobierno nacional, todos ellos impulsores de judicializar la protesta social para hacer pasar una política contra el pueblo.

Con este triunfo, la actual dirección de la Fuba se prepara para nuevamente revalidar su mandato al frente de la Federación en su próximo Congreso que se realizará el 28 de marzo.

Cristian Henkel (Presidente de la FUBA)

20 de diciembre de 2008: La fuerza del acto fue su planteo


La marcha y el acto en Plaza de Mayo del 20 de diciembre pudieron haber reunido, bien contadas, unas ocho o nueve mil personas, lo que no es poco bajo el sol de ese sábado y contra el silencio absoluto de los medios de comunicación. Pero su fuerza política pasó por otro lado.

Ante todo, se plantó como la única movilización política -más sus expresiones en el interior, donde resalta la de Córdoba- que rescató la rebelión popular de 2001, cuando se abre a escala mundial y nacional un período de rebelión popular a partir de la crisis capitalista (concepto que el documento central planteó expresamente). Competidores de otros años, como la CTA, prefirieron distanciarse de la fecha y convocaron ocho días antes para reclamar un seguro universal para los niños, como plataforma electoral para el centroizquierda.

La fuerza unitaria de la marcha del 20 se alcanzó a partir de la claridad. La consigna central -que la crisis la paguen las patronales, los banqueros y los terratenientes- ordenó todos los aspectos de la movilización y colocó un planteo obrero cuando la crisis capitalista empieza a desplegarse en su enorme alcance, tanto mundial como nacional. Alrededor de ella se formuló un programa que permitió abrir el debate y definir políticamente la participación en todo un espectro del sindicalismo combativo, en las organizaciones estudiantiles y piqueteras.

A medida que pasaron los días se fueron definiendo sindicatos y cuerpos de delegados, como ATE Sur, los Sutebas de La Plata, Sarmiento, Lomas y Marcos Paz y Las Heras, AGD, Ademys, Sutna San Fernando, Ecotrans, la fábrica ocupada Indugraf y siete cuerpos de delegados gráficos, el plenario de Agrupaciones Opositoras Telefónicas, Pepsico, Internas de ATE o fracciones importantes de sindicatos, como los subtes; varios centros de estudiantes y las federaciones universitarias de la UBA y de La Plata; también de nuevas organizaciones piqueteras que no estuvieron en los tramos iniciales, y, a partir de todo esto, incluso sectores políticos como "Otro camino" que, como conjunto, adhirió 48 horas antes.

Nos propusimos que el acto fuera dominado por la luchas del momento, de manera que expresara la construcción de una política entre los trabajadores y en parte lo conseguimos. El acto transformó a General Motors en una bandera y, con ella, todas las luchas que han irrumpido, algunas de las cuales ocuparon el palco.

Salimos claramente de los habituales documentos rituales para elaborar un texto de intervención en la situación política que marca una guía al activismo en la próxima etapa. A partir de la consigna se formuló un programa de salida a la crisis que confronta con los fracasados rescates financieros y los subsidios al capital por parte de los estados. El documento desnudó al gobierno kirchnerista que financia la fuga de capitales y maniobra contra las masas para sostener el repago de la deuda externa ("sin renunciar al FMI") y al mismo tiempo denunció a la oposición de los Carrió, los Macri y los Duhalde que agitan la cesación de pagos para entregarnos, otra vez, directamente a los brazos del FMI, con la secuela de ajustes y tarifazos que ello implica.

Desde la plaza se impulsó un paro nacional, se denunció a las direcciones de la CGT y la CTA enfeudadas con el gobierno y las patronales, y de hecho, la marcha ocupó el lugar de una gran movilización obrera como caja de resonancia de las grandes luchas obreras contra los despidos: allí resonaron el paro del puerto marplatense, la movilización multitudinaria de los metalúrgicos de Villa Constitución del día anterior, la lucha de GM y el resto de huelgas y ocupaciones de fábrica.

Los medios siguieron un libreto boicotista muy cuidadoso en el que confluyeron la derecha y el gobierno, antes y después de la marcha, buscando evitar su convocatoria primero y su repercusión después. Pareciera que esta línea se agudizó cuando constataron que la convocatoria unía a toda la izquierda y al movimiento combativo de los sindicatos, estudiantes, piqueteros y organizaciones de familiares de víctimas y derechos humanos independientes del gobierno.

Para ello hubo un remedio también. Como nunca antes, salió un afiche que se vio ampliamente en los últimos dos días en la arterias principales de la Capital y ello ayudó en la movilización del activismo.

Desde luego, el compromiso de los agrupamientos políticos convocantes ha sido desigual. Eso se aprecia en la profundidad que tomó el trabajo según los distintos frentes de lucha, pero el planteo realizado es una guía para la etapa: desde la plaza se planteó la organización de todos los lugares de trabajo, la ocupación de toda fábrica que cierre o despida masivamente, el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario, el aumento general de salarios y jubilaciones, la reapertura de paritarias y el rechazo a los recursos de crisis que implementan entre las patronales y el gobierno; se tomó partido por Atilra Rosario frente al ataque de la patota moyanista, al igual que por el cuerpo de delegados del subte como experiencia de vanguardia de toda la clase obrera; el documento impulsa también las listas unitarias del activismo contra la burocracia sindical.

Este programa de reivindicaciones transitorias se acompañó de otros planteos transicionales que hacen a una salida obrera y socialista a la crisis, como el desmantelamiento del aparato represivo, la nacionalización de la banca, el comercio exterior, la expropiación de la propiedad terrateniente, la reestatización de las privatizadas bajo control de los trabajadores y el no pago de la deuda externa. Denunciamos la responsabilidad del gobierno sobre una justicia cómplice de la impunidad de los Astiz y Cía.

La plaza defendió un curso de intervención obrera independiente frente a la crisis.

Néstor Pitrola

La "Guerra del Juego", retrato de un régimen político




Entre el Casino y la Efedrina




Súbitamente, monseñor Cassaretto, Carrió, Macri y Scioli descubrieron al unísono el "flagelo social" del juego. Lo menos que puede decirse es que llegaron tarde. Desde hace unos años, el tratamiento de la "ludopatía" (adicción al juego) es una "prestación" habitual de las clínicas privadas y hospitales públicos de la Ciudad. Los gobernantes -y sus asesores "espirituales"- saben que la mayoría de los clientes de casinos y tragamonedas son trabajadores, que buscan sortear la miseria salarial y la carga de deudas. En todo el país, las camarillas gobernantes alentaron el desarrollo del juego con el argumento de los "recursos fiscales". El precursor de esta asociación ilícita fue el "progresista" Aníbal Ibarra, quien admitió la continuidad del casino flotante para recibir una parte de sus dividendos. Ahora Macri debía avalar la extensión de ese acuerdo hasta el año 2032, incorporando nuevos "servicios" -¡1500 tragamonedas más!- en el hipódromo de Palermo. A cambio de ello, iba a recibir una tajada mayor de los dividendos del juego para la caja del Estado. En el marco de la crisis desatada por los diputruchos y las votaciones irregulares, Macri tuvo que dar marcha atrás.

Una guerra de camarillas

El acuerdo entre el gobierno nacional y Cristóbal López, que Macri sólo debía refrendar, tomó estado público... en enero de 2008. Pero en aquel momento, ni Casaretto ni Carrió juzgaron necesario que la sangre llegara al río. Tenían sus razones: el dueño del garito, Cristóbal López, se debatía en una lucha feroz contra los trabajadores del Casino flotante. Por eso, los "campeones de la ética" se manejaron con "prudencia". Por encima de los negociados de Kirchner, estaba la solidaridad de clase contra la juventud obrera que se enfrentaba a López y a los burócratas del sindicato del juego. El principal de ellos, Daniel Amoroso, era -y sigue siendo- un diputrucho de Macri.

¿Porqué la Iglesia levanta los decibeles ahora? Es que los nuevos permisos del juego en la Ciudad y en la provincia de Buenos Aires venían con nombre y apellido: Cristóbal López, un cajero de la camarilla kirchnerista. Después del copamiento de la Ciudad, López aspiraba "a expandir sus negocios por el amplio territorio bonaerense, donde siempre han reinado dos empresas extranjeras del juego" (La Nación, 21/12). El hermano de Scioli, secretario general de la gobernación -"a cargo (ídem) de la Dirección bonaerense de Cultos"- interpretó bien el mensaje eclesiástico: "no es lo mismo una sala nueva y otra ya instalada. Si esa es la discusión (el juego) habría que sacar todas las salas, pero curiosamente, nadie pide eso" (La Nación, 18/12). O sea, tampoco la Iglesia. La intervención de Casaretto no ha sido contra el juego, sino contra la camarilla kirchnerista y sus "recaudadores". Hay que tener en cuenta que el pulpo Codere -que gravita en el negocio de los bingos bonaerenses- acaba de instalar como presidente de su filial argentina a Luis Lauredo, un asesor de Obama que resultó importante "a la hora de recaudar fondos electorales entre los líderes de la comunidad latina en todo Estados Unidos" (Clarín, 21/12). En la provincia, también talla fuerte el grupo Boldt, quien regentea el Casino del Tigre en asociación con la firma norteamericana Gtech.

El juego y el presupuesto 2009

Con la crisis del pacto entre Macri y Kirchner por el juego... se ha caído también la votación del presupuesto 2009 en la Ciudad. Queda claro que las discusiones de los "representantes del pueblo" no dependían del rumbo de los hospitales o escuelas, sino del futuro reparto de ruletas, bingos y tragamonedas. A esta altura, la Legislatura de Macri-Kirchner-Carrió debería desagraviar públicamente al Concejo Deliberante de Grosso y la escuelas shoppings.

De cara a este choque con el kirchnerismo, Macri buscará ahora aprobar el presupuesto porteño a través de un pacto con Carrió. Lo mismo intentará hacer en el Congreso nacional, en este caso, para pedir la "potestad porteña" sobre el negocio del juego. Con sus "advertencias", la Iglesia ha actuado como fogonera de la "unidad opositora" que busca un pacto con el FMI. Los "gestos" de Cristina para apaciguar a la curia han terminado en otro fracaso del "gobierno popular".

El juego integra un trípode inseparable junto al narcotráfico y al lavado de dinero. Las camarillas que se disputan la dirección del país son la pantalla de mafias capitalistas, que lucran con la desesperación y la miseria popular.

Marcelo Ramal

martes, 23 de diciembre de 2008

Ibarra, el mayor de los farsantes

En la crisis de los diputruchos, Aníbal Ibarra quiso posar como el "paladín de la transparencia", para lo cual se encargó de difundir los videos con las votaciones truchas del PRO y la Coalición Cívica. Ibarra siempre ha avanzado removiendo mierda. De todos modos, ya circulan otros videos mostrando a diputados ibarristas votando en nombre de sus compañeros, o sea que el "galardón" podría terminar en el mismo inodoro.

Siempre en función de estafador, Ibarra criticó a "los ‘call center', que nada tienen de tecnológicos" durante la discusión de la ley que les otorga exenciones impositivas. Pero en la votación en particular de esa ley, apoyó una cláusula para que las firmas que "prestan servicios en el Polo" (tercerizadas) tengan bajo la "Ley de Contrato de Trabajo al menos a la mitad de su personal", o sea, permitiendo que contraten "al menos" a la otra mitad en negro. Luego, se estableció que "todos los trabajadores estén registrados en sus distintas modalidades contractuales", o sea, para que el trabajo en negro sea convenientemente disimulado bajo la forma de "contratos de locación". A esta cláusula, Ibarra no solamente "sumó" su voto: una diputada de su bloque, Gabriela Alegre, hizo la moción en el recinto sobre su redacción final.

Ibarra es fiel a su historia. Durante su gobierno, se produjo el boom de los talleres textiles de la zona Oeste, que emplean trabajadores bolivianos en condiciones de semiesclavitud. También fue el período de expansión de los ‘call center', tercerizadas de los monopolios telefónicos. Mientras esto ocurría, Ibarra "controlaba" la condición laboral de tres millones de trabajadores en la Ciudad... con cuarenta inspectores.

Ibarra firmó el pacto con Kirchner que legalizó el Casino flotante en la Ciudad, violando la ley de juego que los prohíbe y cuyos alcances Macri pretende ampliar ahora. Finalmente, su gobierno amparó a las "industrias culturales" como Cromañón. En la sesión donde se discutieron los votos truchos, Ibarra se despachó en favor de la "transparencia institucional", sin que ningún otro diputado -y mucho menos los "progresistas"- le enrostrara sus fechorías.

En la Legislatura de los diputruchos, Aníbal Ibarra es el mayor de los farsantes.

Marcelo Ramal

Cruje la "Legislatura de los Diputruchos"

Los Diputruchos del fraude laboral, el juego y la patria inmobiliaria

El incidente de los diputruchos porteños ha desatado una crisis política. Ha quedado al descubierto la madeja de intereses capitalistas que entrelaza a los Macri, Kirchner y Carrió.
Una de las votaciones irregulares de la semana pasada permitió la creación de un "polo tecnológico y de las comunicaciones" en Parque Patricios y Pompeya. El "polo" es una pantalla para eximir de impuestos por dos años a los call centers, entre otras actividades. El negociado beneficia a firmas tercerizadas de Telefónica, Telecom y otros pulpos, donde operan amigos de Kirchner (Werther).

Cuando debía votarse la inclusión de los "call centres" en la ley, un diputado de la Coalición de Carrió, Guillermo Smith, se "olvidó" de votar, aun cuando supuestamente su bloque no apoyaba ese punto. La omisión de Smith dejó la votación empatada y permitió que el vicepresidente del cuerpo, el macrista Santilli, desnivelara en favor de los call centres. La fechoría de Smith nos ayuda a entender la razón por la cual Carrió, que suele someter a juicio ético a la humanidad entera, no abriera la boca durante días sobre la crisis de los diputruchos. Ahora ha salido a justificar a Smith, diciendo que "yo también me quedaba sin votar cuando no conocía un tema" (Crítica, 17/12). Pero Smith lo superconocía, al punto que había puesto su firma en la comisión respectiva en favor del proyecto. Luego, quiso disimular ese apoyo en el recinto con la complicidad de todo su bloque.

Trabajo en negro y en blanco
Aunque kirchneristas e ibarristas votaron contra esta ley, su complicidad con ella quedó a la vista. Alegando "preocupación" por la precariedad laboral en las tercerizadas de la telefonía que serían beneficiadas, el diputado Kravetz pidió que "al menos la mitad de los trabajadores de estas empresas estén amparados por la ley de Contrato de Trabajo", o, para decirlo de otro modo, que la otra mitad trabaje en negro. El punto fue votado sin vacilación por los diputados de Macri, Carrió y Kirchner y también por Ibarra y los suyos. Cuando otro legislador puso de relieve que no se podía "consentir el fraude laboral" (sic) por medio de una ley, los diputados lo metieron por medio de un desvío: "que todos los trabajadores estén registrados, cualquiera sea su modalidad contractual", señaló el kirchnerista Gramajo. Se refería naturalmente al abanico de contratos precarios que otorgan a las patronales el mismo beneficio que el trabajo en negro. Los legisladores llenaron de exenciones impositivas a los pulpos, pero fueron incapaces siquiera de obligarlos a poner a sus trabajadores en blanco, bajo la protección del convenio colectivo.

Crisis y lavada de cara
El escándalo provocado por las votaciones truchas obligó a anular la votación de la ley. ¡Pero no por una cuestión tecnológica de transparencia! Ocurre que hay otros negociados aún más importantes para votar. Entre ellos, la ratificación del convenio entre la Lotería Nacional y el Instituto del Juego porteño, para la instalación de 1.500 nuevos tragamonedas en el hipódromo de Palermo, en favor del kirchnerista Cristóbal López. A cambio de bendecirle los negocios a este representante de la burguesía "kirchnerista", Macri obtuvo un aumento del 24 al 50% en los dividendos de las apuestas para la caja de la Ciudad. De ese modo, ampliará la brecha que abrió Aníbal Ibarra en 2003, cuando firmó con Kirchner el primer acuerdo para repartir el botín de los casinos privados, incluso violando la legislación de la Ciudad que los prohíbe.
El segundo negocio en puerta es la venta de terrenos fiscales en la zona de Catalinas, para la construcción de megatorres. El proyecto, que viene atado a una excepción inmobiliaria, "ni siquiera menciona la posibilidad de un estudio de impacto ambiental" (Página/12, 29/11). Esta venta cuenta con el aval del kirchnerismo y, seguramente, ya tiene "abrochados" a sus futuros desarrolladores inmobiliarios. El escándalo de los diputruchos ha privado a estos nuevos negociados de una votación sigilosa.

Los medios -y los propios diputruchos- se han desgarrado las vestiduras con la "calidad institucional". Pero esconden muy bien cuál es el contenido de las leyes que votan con medios fraudulentos. Más allá de sus reyertas, los Macri, Kirchner, Carrió e Ibarra se hermanan en los intereses sociales del fraude laboral, el juego y la patria inmobiliaria.

Marcelo Ramal

domingo, 21 de diciembre de 2008

DES-HACIENDO SAN TELMO


Macri está destruyendo San Telmo. La "palermización" de nuestro barrio es el resultado de los negociados que Macri hace con el turismo. A pesar de la necesidad de los vecinos y trabajadores, de no ser expulsados por el aumento feroz de los alquileres, Macri impulsa proyectos inmobiliarios de lujo y la reconversión del patrimonio histórico del barrio en pasajes para turistas. Se empezó con el ataque virulento hacia las familias más pobres a través de desalojos, con ellos desapareciero los hoteles familiare y proliferaron los conventillos donde se prostituyen jovenes y se distribuye droga. La policía es protagonista en ambos casos: en el primero reprime, y en el segundo colabora. (...) El Partido Obrero convoca a los vecinos a movilizarse en defensa del barrio:
* Defendamos el Casco Histórico de San Telmo para los trabajadores y vecinos del barrio, no para negociados turísticos.
*Contra el desalojo y el aumento de alquileres e impuestos, exigamos un plan de viviendas populares para los trabajadores